Atracción por el terror

Estándar

Mandíbula (Candaya, 2018, Avinyonet del Penedès), novela de terror de Mónica Ojeda, explora los temores de unas adolescentes que estudian en una escuela elitista del Opus Dei y los de su nueva profesora. Cada una de las mujeres de esta obra reacciona de forma distinta al abanico de miedos que van experimentando, sintiendo parálisis, excitación o ira ante las relaciones entre madres, hijas y hermanas. La mitología en torno al Dios blanco centra la vida secreta de un grupo de adolescentes que lo veneran en una edad de cambios, de rituales que estimulan su afición por narrar historias de terror y del despertar sexual. De la misma manera que las chicas se cuentan entre ellas trozos de creepypastas, Ojeda presenta el secuestro de una muchacha que se irá conociendo a través de analepsis centradas en ella, en su mejor amiga y en la secuestradora. La fragmentación de la novela genera intriga por saber cómo Fernanda, la estudiante retenida, acaba dentro de la casa de Clara, su nueva docente.

Fernanda, Annelise, Fiorella, Natalia, Analía y Ximena en su tránsito entre la niñez y la adultez conforman un grupo de amigas que, guiadas por Annelise, ponen a prueba el límite de sus miedos. A falta de estímulos que despierten su interés, estas adolescentes se sienten más vivas al sentir recorrer por sus venas el miedo surgido de historias de terror o retos peligrosos que al superarlos hace que sientan la euforia nacida al enfrentarse a lo terrorífico. La visión de Annelise de la mandíbula de un cocodrilo blanco cimenta la narrativa mitológica en torno al Dios Blanco, un ser sobrecogedor al que las chicas temen y respetan. Este ente, el color blanco y el simbolismo de la quijada del réptil como refugio materno generan en las muchachas una atracción por el miedo. A Clara, en cambio, le atemoriza la figura autoritaria de su madre muerta a la vez que cada hueso de su cuerpo tiembla al recordar cómo la secuestraron dos estudiantes de su antiguo colegio.

El presente narrativo de la obra transcurre durante el secuestro de Fernanda a manos de Clara. La joven, desconcertada, no comprende la situación en la que se encuentra. A través de analepsis centradas en estos dos personajes y su relación con Annelise se van mostrando distintas capas de miedo que albergan las dos amigas y su nueva profesora. El formato de los capítulos comprende el diálogo, el texto instructivo y la carta encadenados con el resto de episodios. Esta intercalación de tipos de escritos enriquece la novela a la vez que los fragmentos de distintos períodos de tiempo aumentan la intriga sobre la situación presente de Fernanda. Por su parte, el léxico característico de las estudiantes acentúa su estatus elitista y su afición por los relatos de miedo se muestra hilvanándolos con referencias a la cultura popular y versos que configuran la mitología alrededor del Dios Blanco.

Mandíbula deshoja el miedo revelando distintas formas de experimentarlo. En el centro de esta exploración por los temores se halla el culto de un grupo de chicas hacia el Dios Blanco como símbolo de una edad de transición en la que añoran su infancia y temen ser como sus madres. Este pánico hacia la figura materna lo lleva al extremo Clara. La historia de estos personajes femeninos que digieren distintos tipos de miedos se va revelando de forma fragmentaria a través de analepsis que ahondan en el terror de sus vidas.

Fuente de las imágenes: Candaya

Deja un comentario