Akira Toriyama (1955 – 2024) ha fallecido. Leer y escribir esta frase duele. El autor de obras icónicas como Dragon Ball o Dr.Slump ya no está entre nosotros. La noticia salió a la luz el pasado ocho de marzo. El maestro nos dejó una semana antes. Sin embargo, la familia optó por mantenerlo en secreto y darle una sepultura en la intimidad, lejos del foco público. Toriyama murió como vivió. Sin estridencias. Para muchas personas, su pérdida no es solo la de un artista popular. Muchos crecimos, reímos, lloramos y vivimos con la huella que sus mangas han dejado en nuestro ADN. Conocido internacionalmente por ser el padre de Son Goku y Arale Norimaki, ha publicado piezas gráficas, quizás menos conocidas, pero no menos importantes. Cowa!, Kajika, Nekomajin, Sand Land o Kintoki son, entre otros, los hijos de Toriyama. Él ya no está entre nosotros. Su legado, en cambio, vivirá durante décadas.
Dentro y fuera de Japón, ha inspirado a artistas de toda índole. Mangakas, ilustradores, cantantes, escritores, editores, traductores, distribuidores de productos audiovisuales, y especialistas en cultura japonesa. Bien. Él es autor de cómics japoneses. En sus obras se palpa el humor absurdo que le caracteriza, aventuras, acción y diseños de personajes bizarros. Todo ello ha llegado a personas de todo el planeta. Estas, a su vez, le han transmitido su amor hacia la obra de Toriyama a sus hijos y estos a los suyos. Así sigue siendo hoy en día. Porque sus personajes son atemporales. Los inventos estrafalarios de Sembei Norimaki causaron sensación en los ochenta y siguen impactando ahora. Lo mismo ocurre con su manga más conocido a lo largo y ancho del mundo. Dragon Ball. Algunas personas pasamos de ser niños o niñas que se quedaban embobados delante de la tele mirando cómo Mutenroshi, de repente, obtenía unos músculos increíbles para realizar un Kame Hame Ha a generar contenido sobre ello.
En español, en catalán, en inglés, en gallego, en euskera, en valenciano, en francés, en alemán, etc. En incontables idiomas. Todo el mundo ha vibrado con la obra de Toriyama. Algunos hoy se dedican profesionalmente a trabajos relacionados con la cultura japonesa. Niños que iban al colegio comentándoles a los amigos el episodio de Dr. Slump o Dragon Ball del día, ahora traducen estas obras, las editan, las publican en VHS, DVD, Blu-Ray, cine, plataformas de streaming. Ellos y ellas fueron pequeños que soñaban con volar en Kinton o descojonarse con las acrobacias de Suprunaman. Seguro que conoces a alguien que te diga: “Gracias a Toriyama, soy la persona que soy”. Tú o algún conocido. Porque pasa. Lee el resto de esta entrada