El valor de la obra póstuma

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2666Los artistas de todas las disciplinas dejan en ocasiones obras que se publican a título póstumo. Cuando un creador concibe piezas, no siempre quiere que salgan a la luz. Hay distintos motivos: que no la considere completa, que esté en proceso de elaboración u otros. Sea como sea, a veces la muerte llega antes de que el fruto de su trabajo esté terminado. Tras la defunción, es labor de familiares o albaceas decidir qué hacer con las obras inéditas. Normalmente, deciden publicarlas a título póstumo. Cuando esto sucede, se desconoce si el producto que recibe el público sigue los deseos del autor. Él o ella ya no están para formar parte del proceso de publicación. Las obras póstumas, para bien o para mal, suscitan un interés morboso en las personas que quieren conocer estas creaciones que nunca antes habían salido al exterior.

La difusión de piezas inéditas rinde homenaje al autor o a la autora fallecidos a la vez que mantiene viva su llama. Visto desde ese punto de vista, es estupendo. Alguien cercano al artista ordena el material nuevo y lo muestra a la gente. Es un proceso delicado. No basta con ser la persona que hereda esa responsabilidad. Hace falta conocer las últimas voluntades del creador o creadora, respetar su estilo y ser lo más fiel posible a la creación original. En algunos casos está incompleta o se hallan borradores de lo que iba a ser. Cómo actuar en estos casos es difícil de determinar. Lo ideal es presentar la nueva obra sin añadir o quitar nada. Si se realizan modificaciones, que sean mínimas o acordes al sentir del artista.

Dicho esto, veamos algunos ejemplos. El 6 de julio de 2004 fallecía Miguel Ángel Benítez, vocalista de Los Delinqüentes. Pese a su juventud, se convirtió en una de las grandes voces del panorama musical español. Poeta garrapatero se supo tras su muerte que quería lanzar un triple disco en solitario bajo el pseudónimo de Matajare. Su hermano Manuel, poco después del fallecimiento de Er Migue, empezó a revisar todo el trabajo que se había quedado sin ver la luz. Revisó las canciones de Migue, sus notas, todo. Decidió publicarlo en un libro disco que vería la luz en 2009 Matajare 9. Este proyecto consistía en su primera edición con un cedé, un libreto y un documental. El álbum contiene canciones grabadas por el mismo Miguel que fueron remezcladas y que, en ocasiones, su voz va acompañada de la de artistas ligados a él. Así mismo, algunas piezas musicales son recitadas por músicos que lo admiraban. Tiempo después, se publicó también el disco Matajare 9 otras + que incluía versiones alternativas de algunos temas que se escuchan en versión maqueta.

migueA esto cabe añadirle el grafiti que le hicieron en la finca que su familia tenía, piezas musicales que varios artistas, especialmente El Canijo de Jerez y Diego Pozo, han realizado y siguen realizando rindiéndole homenaje y el encuentro musical Vente pa Jerez que, en cierta manera, también lo recuerda. Hace años que él ya no está entre nosotros. Sin embargo, su espíritu no sigue acompañando cada vez que suena algo garrapatero. En este caso, no hay una sola obra póstuma, ya que se sigue recordando a este artista constantemente. Casi hace dos décadas que ya no está entre nosotros y, sin embargo, su voz no se apaga. Matajare nunca se irá.

En el ámbito literario existen incontables artistas cuya obra ha sido publicada a título póstumo. La alabada novela A confederacy of dunces de John Kennedy Toole salió a la luz tras su suicidio. Estaba lista para publicarse, pero ante la negativa de varias editoriales nunca se hizo en vida del autor. Por otro lado, hallamos ejemplos de textos inacabados que ven la luz para rendir homenaje al autor fallecido. Tal sucede con 2666 de Roberto Bolaño. Ha habido más novelas póstumas del chileno. No obstante, esta fue la primera y la que, según parece, él quería publicar. Se la dedica a sus hijos. Como ocurre con muchos escritores y escritoras, se publican ediciones y reediciones de su obra tanto en vida como en muerte. Actualmente en español la editorial Alfaguara está volviendo a lanzar la obra de Bolaño. En ambos casos los escritos le llegan al público pocos años antes de su creación. En cambio, cuando hablamos de autores como Lope de Vega aún quedan muchos textos por descubrir del Fénix de los poetas. Recientemente, se halló en la Biblioteca Nacional de España ejemplares de la comedia Yo he hecho lo que he podido, Fortuna la cual ha sido atribuida al poeta madrileño.

En el séptimo arte encontramos miles de ejemplos, por desgracia. Uno reciente es de Paul Walker cuyo rostro fue recreado digitalmente en Fast Seven. Tras su muerte, no solo salió este film sino también Vehicle 19 y Brick Mansions. Para muchos, su último papel será el de la saga Fast. Cómo se rodaron las últimas escenas de su personaje tiene defensores y detractores a partes iguales. Todo el mundo opina sobre el trato que conlleva la obra póstuma de un artista. Más ahora que vivimos en una sociedad hiperconecta y sobreinformada.

Los ejemplos comentados reflejan que se le otorga un valor positivo a la obra póstuma de un artista. Pese a ello, algunas personas defienden que la existencia de producciones publicadas a posteriori solo buscan el éxito comercial. Aquí entra en el debate de si se debería o no sacar a la luz este material. Cuando hay herederos de los artistas, estos suelen decidir qué hacer con los trabajos inéditos. Si no los hay, depende de la crítica o de quién posea estos documentos si ven la luz o no. El resultado final recibirá todo tipo de opiniones.

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